La gastronomía de Francia

La gastronomía en general, hace referencia al vínculo existente entre los alimentos y las personas, en conexión permanente con el lugar en el que se encuentran y el ambiente que les rodea.

Los alimentos, sabores, olores, definen particularidades siempre enraizadas a lugares.

 A lo largo del tiempo, cada persona define sus gustos, formas de comer, de sazonar, precisando estilos propios, los cuales se hacen comunes en núcleos de personas de determinados lugares y forman parte de la cultura de ese espacio.

Es así, como cada país, basado en lo que su tierra produce y en la riqueza alimentaria que posee, establece como costumbre y cultura, su forma de cocinar y de comer, con características muy propias, que los definen e identifican a nivel mundial.

En el caso de Francia, se trata de un país que se destaca gratamente en el mundo, por su estilo de vida y delicada cocina, tanto dulce como salada, así como por la gran variedad de exquisitos vinos, embutidos, quesos y delicatesses, que convierten a este país en un ícono representativo de una excelente gastronomía, digna de ser disfrutada en toda su riqueza. Es por ello, que desde el año 2010, su gastronomía está inscrita en el patrimonio inmaterial de la humanidad de la UNESCO.

La cocina francesa es muy variada y diversa. Francia posee excelentes profesionales de la cocina y  de la repostería, quienes viven en constante evolución, modernizando sus creaciones y platos, ofreciendo siempre mejores alternativas a los paladares exigentes que se permiten disfrutar  sabores y nuevas propuestas, buscando sorprenderse gratamente con cada bocado.

La gastronomía francesa tuvo sus comienzos en la Edad Media, pero poco a poco fueron desarrollando diversidad de platos, con la intención de realizar creaciones más espectaculares, y es así como surge también, la creación de alimentos de repostería.

Fue durante la Revolución Francesa cuando se comenzaron a crear platos con mayor presencia y exquisitez.

Luego de la Revolución Francesa los particulares  abrieron restaurantes y se empieza con una nueva etapa gastronómica.

En el siglo XX, fue creada la Guía Michelin, por André Michelin, la cual comenzó siendo una guía publicitaria que era obsequiada a quienes compraran neumáticos. En ella se incluían directorios de mecánicos, curiosidades, médicos, etc. Es en el año 1920, cuando se incluyen restaurantes y comienza a ser vendida, ya no sería un obsequio, y con el transcurrir de los años, se incluyen “las estrellas”, para calificar a los mejores restaurantes. Dichas calificaciones van desde 1 a 3 estrellas. Se designan a través de “inspectores anónimos” que viajan para conocer los establecimientos y degustar sus platos. Las estrellas son atribuidas por consenso.

Los chefs franceses siempre son cuidadosos de mantener la armonía en sus preparaciones y presentaciones culinarias, preocupándose por obtener buenos productos, optando por mantener la diversidad alimenticia de sus regiones, la buena conexión entre la comida y una deliciosa bebida, con esa maravillosa y elegante forma de presentar una provocativa mesa, donde los comensales sean felices, no solo comiendo y disfrutando, sino con la comodidad de un excelente servicio.

En Francia a la hora de comer, comúnmente se incluye una entrada, un plato principal con carnes o pescados, queso y postre, y por supuesto, una exquisita bebida.

Los productos franceses son muy apreciados y reconocidos en el mundo, debido a su alta calidad, puesto que son creados minuciosamente con los mejores procedimientos.

Entre los platos considerados más suculentos, estandartes de la gastronomía francesa, se pueden mencionar:

  • El Foie Gras, preparado con hígado seco, principalmente de pato, acompañado con pan en rodajas y un excelente vino blanco.
  • Ratatouille, es un plato vegetariano que contiene pimiento rojo y verde, cebolla, tomate, berenjena, calabacín y hierbas.
  • Los Quenelles, unos rollitos cocinados al horno, hechos de sémola de trigo, harina, huevos y leche, acompañados con salsa de tomate o bechamel.
  • El Cassoulet, contiene muslos de pato, carne de cerdo y alubias blancas.
  • Las crepes bretones, son crepes saladas que pueden estar rellenas de queso, jamón, huevo, cebolla, etc.
  • La Quiche Lorraine, es una tarta con ligero sabor ahumado, hecha con huevos batidos y crema de leche, mezclada con verduras y jamón o tocino. Surge de la región de Lorena, esa es la razón de su nombre “quiche lorraine”.

Estos son sólo algunos de los platos más conocidos de la gastronomía francesa. Obviamente, existen innumerables preparaciones con deliciosos sabores, texturas y presentaciones.

Si se habla de gastronomía francesa, es necesario hacer referencia también a su excelente pastelería y repostería, las cuales son de gran importancia a nivel internacional, pues son presentaciones elegantes, delicadas y deliciosas, que  contrastan texturas y equilibrio en su dulzor, teniendo como resultado un postre refinado, irresistible para cualquier paladar.

Entre las creaciones más deliciosas de la repostería y pastelería francesa, se mencionan:

  • El Éclair, una especie de dona alargada, horneada y crujiente, cubierta con glaseado, chocolate, café, etc.
  • Las Milhojas, hechas con varias capas de hojaldre, rellenas con crema pastelera o merengue.
  • Los Croissants, hechos con deliciosa masa de hojaldre, en forma de media luna.
  • La Magdalena, unos pequeños bizcochos con diferentes formas, aromatizadas con limón.
  • El Brioche, una especie de pan de yema que puede contener pasas.
  • La Crème Brûlé (crema quemada), servida en recipientes individuales. Es una crema pastelera con una capa de caramelo y aroma de vainilla, especias o licor.
  • La Baguette, pan de forma alargada, hecho con harina de trigo, levadura y sal, es bastante consumido a nivel internacional.

Francia también es conocida por sus ricos quesos, como son: el roquefort, el cantal, el comté, el camembert y el  Sainte Maure de Touraine, entre otros.

En cuanto a sus bebidas típicas, se pueden mencionar el ciroc, el chouchen, la sidra de pera y obviamente su deliciosa y exquisita variedad de vinos.

La gastronomía francesa siempre será catalogada como “alta cocina”, siendo cuidadosos en la creación de sus platos, con chefs y establecimientos de impecable dedicación, quienes siempre buscan evolucionar y modernizar con novedosas propuestas culinarias, invitando a los comensales a probar sabores que superen gratamente los ya conocidos.

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