¿Qué fue la guerra de los pasteles con Francia?

Hace muchos años ocurrió un enfrentamiento entre México y Francia, desencadenado por el enojo y la denuncia de varios comerciantes franceses, que se quejaban de no recibir el pago correspondiente por parte de algunos oficiales mexicanos, en virtud de los servicios que les habían prestado y los productos que habían consumido. Este evento históricamente se conoce como la primera intervención de Francia a México.

Se le conoce como “La guerra de los pasteles”, porque según explican algunos historiadores, este conflicto se inicia debido a que un pastelero francés, se sintió afectado en su negocio, el cual se ubicaba en una población cercana a la Ciudad de México, denominada Tacubaya.

El pastelero francés de nombre Remontel, solicitó ayuda al gobierno de Francia, para que lo defendiera del ataque de unos militares mexicanos, pertenecientes al gobierno del general Antonio López de Santa Anna, quienes causaron destrozos en su negocio, yéndose sin pagar lo que habían consumido. No fue este pastelero el único comerciante francés que realizó denuncias y quejas ante su gobierno, las cuales se plantearon ante el Embajador de Francia de aquella época, el barón Deffaudis.

Todo este conflicto derivado de no pagar unos pasteles, realmente lucía como una excelente excusa que desencadenaría en el conflicto,  pues ya desde hacía un tiempo, se observaba que podría surgir, debido a las relaciones tensas entre los gobiernos de Francia y México, cuyo motivo principal era que en los años 1824 y 1829, el presidente del gobierno provisional de México Guadalupe Victoria, había negado la concesión de privilegios a las rutas comerciales francesas, la cual también se extendía a todos los países que no reconocieran la independencia de México en ese tiempo. A estas mencionadas razones también se sumó el fusilamiento de un ciudadano francés, quien había sido acusado de piratería.

En 1838, el barón Antoine-Louis Deffaudis, representante del gobierno francés, difirió con el gobierno mexicano en ciertos aspectos, lo cual impidió que se concretaran acuerdos comerciales entre ambos países.

El embajador regresó a Francia, pero al cabo de unos meses, regresó acompañado de diez barcos de guerra, con la finalidad de lograr que México hiciera lo que su gobierno francés estaba solicitando, o de lo contrario, se realizaría una intervención al territorio mexicano.

Es así, como México ignora las solicitudes hechas por el gobierno francés, que se traducía en el pago de una indemnización, y es entonces, cuando el embajador francés Deffaudis, ordenó un bloqueo marítimo en los puertos de Veracruz y Tampico, el cual tuvo una duración de ocho meses.

Aun así, el gobierno mexicano continuó con la misma actitud, por lo que el 13 de noviembre de 1838, el contraalmirante francés Charles Baudin, arribó a las costas mexicanas en la fragata Nereida, acompañado por 20 navíos, con instrucciones muy específicas por parte del gobierno francés, exigiendo al gobierno mexicano el pago de seiscientos mil pesos, teniendo como fecha límite el 27 de noviembre, pero como no se cumplió con lo solicitado, decidieron atacar  la fortaleza de San Juan de Ulúa, ubicada cerca del Puerto de Veracruz.

El 4 de diciembre de 1838, los franceses desembarcaron en Veracruz para tomar el puerto. Los mexicanos nada pudieron hacer para evitar la derrota, por lo cual, México tuvo que pagar la indemnización que había sido solicitada por los franceses.

Las rutas comerciales de Gran Bretaña, habían sido afectadas por causa del conflicto entre Francia y México. Por esta razón, fueron intermediadores para la consecución de un acuerdo de paz. Sin  embargo, el pago que debía realizar México a Francia no se concretó en su totalidad, es por ello que, los franceses decidieron intervenir nuevamente, y por segunda vez, el territorio mexicano, en aquél momento cuando el gobierno de Benito Juárez anunció la suspensión de pagos de la deuda externa.

Cuando se lleva a cabo la Guerra de los Pasteles, México era un país importante para la economía y el comercio en América, por lo cual, al ser atacado por los franceses, otros países de Europa se vieron afectados en sus rutas comerciales.

Debido a la orden de pago de la indemnización que solicitaba el gobierno francés a México, y como consecuencia del acuerdo de paz que se había concretado, con el propósito de finalizar la guerra, para México se hizo más lento su desarrollo, así como poder recuperarse fácilmente de la crisis generada por todo el conflicto militar con Francia.

El gobierno francés tuvo gran poder en la economía mexicana, un dominio que se extendió por más de veinte años aproximadamente.

Una guerra siempre deja grandes consecuencias, y esta guerra de los pasteles, obviamente, no fue la excepción en cuanto a eso.

Este conflicto bélico entre México y Francia, generó una gran crisis,  especialmente para México, debido al pago de la indemnización, que lo endeudó más y que desencadenó gran escasez para este país. Hubo gran cantidad de pérdidas humanas para ambas naciones. Las rutas comerciales de algunos países europeos fueron afectadas, obstaculizando el desarrollo de sus actividades económicas.

En conclusión, cuando se hace referencia a la Guerra de los Pasteles, lo primero que quizás podría llegar a la mente de la gente, es una guerra “divertida”, y en la imaginación quizás se visualizan personas lanzándose pasteles, esto ocurre si se aplica su nombre de manera literal, pero cuando se revisa la historia, se descubre que lejos de ser algo divertido, se refiere a un conflicto armado, que como toda guerra, deja miseria, ruina y escasez, además de grandes pérdidas para los países que las desarrollen.

La historia tiene episodios curiosos, y esta guerra de los pasteles, es uno de ellos, pues se generó de hechos que parecían simples, pero que conllevaron a desenlaces fatales, pues un enfrentamiento bélico entre países, siempre es una decisión que lleva a ambos a la desidia. Nada se gana y siempre se pierde con una guerra, pues aun quien parece victorioso, siempre llevará en su mente y corazón, la triste realidad vivida en esas etapas de conflicto y muerte.

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